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Hoy, 20 de enero, Donald Trump asume la presidencia de los Estados Unidos en una ceremonia celebrada en el Capitolio, uno de los edificios más emblemáticos del país. Este lugar no solo es el centro de la democracia estadounidense, sino también un testimonio de las influencias culturales e históricas que han moldeado su historia, entre ellas, la herencia española.

En la Rotonda, dos pinturas muestran el papel de exploradores españoles: «El Descubrimiento del Mississippi», de William Henry Powell, y «La llegada de Colón a América», de John Vanderlyn. El friso de Constantino Brumidi, que rodea la base de la cúpula, incluye escenas como la llegada de Colón, el encuentro entre Cortés y Moctezuma, la expedición de Pizarro y el funeral de Hernando de Soto.

Las Puertas de Colón, instaladas en 1863, representan episodios de la vida del navegante. En la Cámara de Representantes, un relieve de Alfonso X el Sabio destaca su influencia en la legislación. En el Salón Nacional de las Estatuas, la figura de Fray Junípero Serra conmemora al misionero que fundó misiones en California, origen de varias ciudades actuales.

Existe una fuerte conexión histórica entre España y Estados Unidos, y el templo de la democracia norteamericana no se ha despojado de esta riqueza española de la que Estados Unidos goza y recuerda en la actualidad.