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Este sábado, en Panamá, tuvo lugar un encuentro cargado de emoción y significado: la reina Letizia y la princesa Leonor se reencontraron durante sus respectivas agendas institucionales. Una imagen que, más allá del gesto personal, representa el relevo generacional y el compromiso de la Corona con el mundo hispano.

El encuentro no fue casual: fue una señal clara de continuidad, cercanía y responsabilidad compartida.

Panamá, país hermano profundamente vinculado a la historia de España, sirvió de escenario para una escena que resume bien el espíritu de nuestro legado: dos generaciones unidas por el deber y proyectadas hacia el futuro. Una reina que representa la estabilidad y una heredera que empieza a ocupar su lugar en el escenario internacional.

Una imagen que deja huella.