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La Universidad Santo Tomás de Aquino, fundada en Santo Domingo en 1538, fue la primera institución de educación superior en América. Su establecimiento se concretó mediante la bula papal In Apostolatus Culmine del Papa Paulo III, aunque no recibió una fundación oficial por parte del Reino de España hasta 1558.

A lo largo de sus 285 años de existencia, la universidad jugó un papel crucial en la formación de intelectuales y clérigos en el Nuevo Mundo. Sin embargo, en 1823, debido a la invasión haitiana, la institución cerró definitivamente.

En 1914, la Universidad Autónoma de Santo Domingo fue fundada como la sucesora de esta histórica universidad, manteniendo su legado académico y cultural hasta la fecha.

Así, los lazos entre España e Hispanoamérica van mucho más allá de lo que se suele pensar. La educación fue uno de los pilares fundamentales de la época, y a través de la fundación de universidades como la de Santo Tomás, España dejó una huella profunda en el continente.

A lo largo de los siglos, muchas otras instituciones educativas surgieron en diferentes países de Hispanoamérica, inspiradas en el modelo establecido en sus primeras universidades. Estas universidades no solo fueron centros de enseñanza, sino también de cultura y pensamiento, desempeñando un papel esencial en el desarrollo de las naciones latinoamericanas.